sábado, 15 de mayo de 2010

Fin

Mi mente como estrella de brillo moribundo, con la cordura intermitente me guio entre periodos de sórdida lucidez y fértil demencia, que pensamientos atañen en mi cabeza, que ideas se pierden en mi marea mental.
Con la insensatez como forma de vida, la extravagancia incoherente como escudo y cada momento de mi existencia dedicado a encontrar la cura de este cáncer.
Tambaleante y sin conciencia mantengo el paso decidido que ha de llevarme adelante.
Ultima causa perdida hacia ti, último instante consagrado a tu pensamiento, último suspiro dedicado a tu persona.
Esta es mi máxima prueba de amor, ardiente inmolación, condena auto impuesta para hacerte feliz. Es tu bienestar razón suficiente para romper mis promesas, es tu futuro más importante que nosotros, es mi perversidad tan cruenta como para no verla.
Fuiste la salvación de mi condena y el camino de mi vida, bálsamo para mi dolor y estrella de mi firmamento. Ahora soy para ti como el calor que sofoca, como la enfermedad que acosa o el miedo que derrota.
Cuando paso, cuando dejamos de ser pareja para ser enemigos, cuando se termino nuestro paraíso y vino esta tierra yerma, porque nada sobrevivió, todos nuestros pilares han caído, ahora con el dolor de mi mancillada alma derrumbo lo que aun estaba en pie, mi última esperanza, como agua en el desierto. Ya no tengo nada de que asirme, nada de que poder sostener el día a día con mi intangible locura.
Ningún placebo ya me queda para calmar mi dolor, la ira y desesperación se apoderan de mí, un mareo nubla mi mente, mi corazón se niega a latir, mis pulmones queman como si respirara llamas, esta opresión en el pecho es casi tan real que rompe mis huesos.
Es lo último, renuncio a mi vida contigo para que seas feliz para que tengas un futuro mejor.
Esto es el fin