Lluvia

Se viste con sombra, saluda con truenos y se corona con relámpagos, muere por su voluntad para dar vida al mundo, lacrimoso fenómeno que me llena de vigor con sus gotas, empapa mi ser y lo limpia de toda amargura, seduce mis ideas, incita mis pasos, posee mi alma hasta hacerla fundirse en sus aguas. Es la lluvia una aliada, exótica compañía en mi desértica existencia, baña mi cuerpo purificando mi piel y renovando mi espíritu.

Ira

Iría, cruel e insana, un millón de voces barboteantes recorren la mente, mientras un torrente de pensamientos atroces atraviesan tu razón cegándola, como relámpago conjurado por Zeus llega de una sola mirada, con una sola palabra. Ecos y recuerdos de dolores pasados, sentimientos desbocados.
Un temblor se domina del cuerpo, se nubla la cordura y la fuerza brota se aprietan los puños, se inflan los pulmones la sangre corre quemando las venas, la cordura se paraliza y queda indefensa como oveja ante los lobos. Es así como la furia aullante, irrazonable, incontenible controla mente y cuerpo como uno solo para verter el resentimiento en la forma más atroz y violenta.

Veneno

Lento y doloroso es el veneno de tus palabras que entran por mis oídos cual mordedura de serpiente, se extiende por mis pensamientos necrosando mi ser, matando la cordura, delirio provocado por las más ponzoñosas ideas concebidas en tu mente, odio por amor, dolo por confianza, vacuidad por plenitud.
Expresadas en tu mas iría voz, fría y llena de enojo siendo una aria de todo el resentimiento acumulado en más de 1000 días.
Tus causticas miradas destruyen cualquier asomo de piedad en tus ojos, esos ojos que abrieron el paraíso para mi, ahora me condenan al más cruel infierno.
Pero aun en tus ojos llenos de rechazo, tus palabras toxicas y tu iracunda voz es evidente el dolor causado por la separación, sin esperanza, sin futuro, sin nada más que la soledad que esperas cicatrice las heridas

Silencio

Es tu silencio una pesadilla que asecha mi tranquilidad, tu silencio amorfo como el agua pero tan severo como las piedras, como una tortura de la inquisición y tan cruel como un dictador, negro y aterciopelado, profundo como los abismos, llego de orgullo y dignidad, pero vacio de todo sentido o compasión, silente que aumenta mi deseo, ausencia de sonido que seca la vida mata las esperanzas pero anima las ansias de ser y poseer aquella mente de despliega el silencio como telarañas, un pensamiento, son sonido una luz en esta oscuridad, rogar desesperar, ceder, perder…