domingo, 29 de noviembre de 2009

Dualidad

cada instante, cada momento, cada segundo es tu presencia constante crea un estado de animo ficticio, un desliz sin fronteras entre el desasosiego a la emotividad, de la felicidad a la tristeza.
Es este descontrol emocional una realidad palpable en mi vida.
Es condena vivir entre emociones contrarias, sentimientos encontrados que carcomen mi cordura, cansan mi espíritu y nublan mi mente.
Eres mi luz y sombra, salvación y condena, perdición y salvo conducto.
Es la realidad del nosotros amor a cada segundo dolor y sufrimiento.
Mi dolor y mi sedante, mi dulzura y mi amargura, mi compañera y perseguidora.
Cada palpitar de mi corazón es una apuesta por nosotros, cada palabra un riesgo impredecible, cada sonrisa una ruleta rusa, cada ocasión un motivo.
Incomprensible para mi, incompensable para ti somos blanco y negro extremos unidos por amor
cada mirada un sentimiento, cada aliento puede convertirse en respiro o insulto.

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